sábado

Después de ellos nos quedaremos nosotros


Es un pobre chico que extraña a su madre

El viento de abril mece sus manos

Es tan rápido, tan cubierto de hojas nuevas
Que todo aquello que es, lo que de veras es

Se envuelve en penumbra, hijo de quien sabe quien
Padre de dos a los que ama por encima de su vida

Que no es nada
Y hasta por encima de la vida de Dios, que no es


Es la sombra de Dylan

El que habla solo en el metro
El que pierde su tiempo

Una estación incluso
El que amaneció de nuevo

Dormido
Es el que no distingue

Entre edecanes y políticos
El que debiera empuñar una bandera

Y lanzarse desde sus castillos en el aire
Para vivir


No ha de ser esta gente sola
La que le haga sentirse menos solo

No ha de ser el ganador de la silla rota
El que lo haga respirar de nuevo

No ha de ser esta ciudad despostillada  y lenta
La que llene su vacío


Porque en la ausencia, en la nada

Ya lo dijo el poeta
Están todos

Que no se es contemporáneo
Sin seguir una tradición, dice otro. No sé

A medida que pasa el tiempo
Si existe o si no, si es cierto o es falso

Daniel o todo lo contrario