martes

Pausa trágica

México a veces suele ser...

Donde los expedientes de testigos protegidos aparecen como reciclaje en papelerías.

Donde el gobierno dice a veces que sí y a veces que no, pero nunca cuándo.

Donde los espejos de los sin nombre siempre están empañados.

Donde la música nunca es por dentro, y el hambre es permanente.

Quiero que todo vuelva a la normalidad. La pregunta es cuál.

Desde marzo soy fantasma. No duermo a horas comunes, quiero escribir pero me sale espuma y en mi corazón habita la niebla. Soy un espejo en el silencio. Los demás, mi reflejo. Que todo en el mundo se desbarate y grite ya carece de sentido. Sólo me pregunto por mi sendero. ¿O el sendero era esto?

Soy una bolsa llena de humo. A quien quiera seguir mis pasos le bastará con seguir las colillas. Nada de lo que hoy me sostiene es lo de ayer: hoy que de mí hay sólo manchas, letras, muevo mi sombra al otro lado de la puerta, la invito a partir.
 
"Ya no te necesito", le dije. "Eres libre".