8 de
abril
DF.- No se le veía de manera cercana desde el suceso de Las Tres Marías, el
jueves, donde unos comensales de quesadillas se quejaron con ella de la
presencia atropellada de su equipo, escoltas y medios de comunicación. Entre
dimes y diretes sobre su equipo de campaña, pero sobre todo de su porvenir
electoral, Josefina Vázquez Mota asistió ayer al registro de Isabel Miranda de
Wallace como candidata del PAN a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Lo hizo casi a hurtadillas por la puerta trasera del Instituto
Electoral del Distrito Federal, en tanto la Madre Coraje llegaba con todo y
casco arriba de una motocicleta que conducía uno de los peludos integrantes de
los clubes que la custodiaron a su registro, entre éstos Los Ángeles del
Infierno, Santa Muerte y Caudillos. Mientras los conductores hacían ronronear
poderosamente sus máquinas, Josefina ingresó entre aplausos al parecer
optimistas a la minúscula sala donde ya la esperaban, entre otros, Cecilia
Romero, Gustavo Madero y Diego Fernández de Cevallos, la figura del evento.
“¿Viene a apoyar a Josefina?”, le preguntaron, y “El Jefe” se limitó a
contestar que él siempre la ha apoyado. Tampoco quiso mencionar sugerencias
para llevar una campaña presidencial.
A su llegada, Josefina sonreía, aunque no como en días anteriores.
Vestida de traje oscuro, a la candidata se le marcaban unas ligeras ojeras,
quizá producto de las reuniones a puerta encerrada que ha mantenido con su
equipo y cuyos resultados conocerá su electorado el lunes: habrá cambios.
“¡Josefina, Josefina!”, le gritaba un puñado de simpatizantes que, en
número, podría ser superado por los de
la campaña de cualquier aspirante a delegado. La candidata sonrió ligeramente,
nada de excesos ni demasiados saludos.
Discreta y de andar lento, la ex Secretaria de Desarrollo Social no
hizo nada que le quitara el reflector a Wallace. Lo mismo la Primera Dama
Margarita Zavala, quien tomó asiento entre los asistentes. La ahora candidata a
Jefa de Gobierno dijo que con ella se hacía realidad la ciudadanización de la
política y que esto lo hacía por su hijo.
“No nos quedamos lamiéndonos las heridas”, le dijo al aire y al
muchacho, secuestrado y asesinado por una banda de delincuentes.
Con su voz enfática, Wallace agradeció a familias y amigos por su
apoyo, y pareció de pronto que olvidaría a Josefina en su recuento: una
polémica más. No fue así.
"(Josefina) es una candidata congruente con lo que dice y hace,
con valor para debatir de manera espontánea con los ciudadanos y no para estar
en un ambiente de escenografía, en donde todo se controla y nadie se despeina”,
dijo la activista.
La alusión a Enrique Peña Nieto, con su mitin-shows, era evidente. Con
una sonrisa congelada, Josefina miraba fijamente a Wallace.
"A nosotros no nos da miedo salir y debatir, no nos da miedo
escuchar los reclamos, nosotros somos de carne y hueso y no nos da miedo lo que
la gente diga y las diferencias que puedan tener”.
Madero, Presidente del PAN, habla de manera automática a la gente que
se acerca a saludarle, pero no da declaraciones especialmente esperanzadoras.
Por su parte, enfundado en un chaleco con propaganda albiazul y con dos
celulares en la mano, Juan Molinar Horcasitas, nueva adquisición de la campaña,
se mueve presuntuoso como si fuese un manager, aunque no se le ve charlando
animadamente con alguien.
En el atropellado banquetazo y mientras “El Jefe” Diego se desgañitaba
en loas por Wallace, Josefina se
enganchó frente a los reporteros al discurso de Wallace y, a la pregunta de los
errores en su campaña, dijo que eso forma parte de bajarse a escuchar a los
ciudadanos sin nada prefabricado, sin un script y sin preguntas sembradas. De
nuevo y sin pagar renta en el evento, Peña Nieto. Ninguna novedad en el frente
de ella.
“Estamos seguros de la victoria”, dijo con una voz algo enronquecida,
apagada. Enseguida, negaría que le estén imponiendo de la Presidencia gente en
su equipo y, de nuevo, que el de su campaña haya sido un arranque flojo.
Que mañana (hoy) se anunciarán los cambios, reitera. Que la agenda se
está reforzando para hacerla mejor y obtener un resultado favorable el próximo
1 de julio.
No lo dice muy convencida esta candidata que, en pleno domingo de
resurrección, como que quiso ponerle un restart
a su campaña, un aviso de borrón y cuenta nueva pues… pero con el tiempo
encima.