Llegamos pasada la medianoche. Al día
siguiente eventos de escasa relevancia. A medida que pasa el tiempo ya todos
los candidatos y los mítines son iguales. Me gustó el sol de Aguascalientes y
su cielo despejado. Por la tarde, escribiendo con Raúl desde unas mesas frente
a un amplio paseo peatonal, desde el cual se puede ver en lo alto de una torre
a un torero dando pases a un toro al son de campanadas, una decena de lámparas
ubicadas en una pared del hotel fueron estallando de una en una. "Son los
del PRI", pensé. Los eternos culpables de los problemas eternos de este
país.
Ahora que, pienso, hay
que tener un perfil muy definido para ser priista: oportunista, ambicioso,
maquiavélico. Hay que ser salivoso, cínico y desmedidamente inmoral.
¿Estaré definiendo a
integrantes de todos los partidos?