sábado

El hombre que creía que México no es un país pobre


3 de abril


DF.- Todo iba bien en la agenda de Gabriel Quadri.
Durante la visita del candidato de Nueva Alianza al predio Tierra Nueva, situado entre barrancas que son reserva natural en la comunidad de Tlachomulco, en la Delegación Álvaro Obregón, el político escuchó demandas de vecinos para que se les cumpla al fin la regularización de viviendas; sonrió ante las porras, dedicadas más al candidato a diputado de su mismo partido, Ricardo Bautista, y escuchó de la injusticia: por un lado, los edificios con todos los permisos, en Santa Fe, mientras que en el otro, en de las casuchas y tejabanes, basureros y aguas negras.

Los reporteros, sus militantes y el puñado de vecinos, acaso una treintena, le siguieron la ocurrencia de subir medio kilómetro de terracería y, ya en el evento, en una loma, escucharon el mensaje de Quadri, más cercano a candidato a jefe delegacional.
De pronto, al hablar que la autoridad debía expropiar los terrenos para transferirlos de manera ordenada a los pobladores a través de pagos a largo plazo, Quadri dijo que esto sería posible porque la gente que vive junto a las cañadas no es pobre.

“Por lo que he visto, la gente que vive aquí no tiene problemas alimentarios; es gente que trabaja aun en la economía informal, cuyos hijos van a la escuela, tienen coche, televisión. No los considero, pues, gente pobre: es clase media emergente”.
Los militantes de su partido y el grupo de vecinos lo miraron sin parpadeo. Más tarde, volvería al tema.

“Sinceramente esa idea de estar remachando y recalcando que los mexicanos somos pobres tampoco es algo que nos convenga en términos de psicología colectiva. Hay que luchar contra la pobreza, pero también hay que decir que somos un país grande, que somos un país de ciudadanos trabajadores”.
Quadri citó cifras del Coneval: que de los más de 50 millones con vulnerabilidades sociales, sólo el 10 por ciento vive en pobreza extrema.

“Este país es de clases medias, es clasemediero, y los invito a leer el estudio de Luis de la Calle donde se demuestra que los mexicanos mayoritariamente somos clasemedieros. Basta que nos sigamos considerando pobres y que México es un país pobre. Es un país grande que aspira a ser desarrollado en 20 años”.
No hubo aplausos, sólo silencio. La reflexión, válida de acuerdo a ciertos parámetros, parecía caer en el vacío ante el panorama: tejabanes, terracería, basureros.

Echando mano de tecnicismos, el candidato de Nueva Alianza dijo que le parecía una “estupidez” que fuera la CNA la que rigiera el manejo de los miles de barrancos en el país. Que esto debía terminar para que las autoridades locales, y en este caso las delegaciones, no eludan su responsabilidad de atender asentamientos en esas zonas.
Sin embargo, comentó que los asentamientos irregulares eran muestra del dinamismo social, económico y del arrojo de los habitantes, lo que debía “ser premiado”. Insólito.

Quadri pasó a lo que considera una ausencia de política urbana en el país. Por ello, propuso crear una mega secretaría de ciudades, desarrollo urbano y vivienda que surja de la fusión del Infonavit, la Subsecretaría de Desarrollo Urbano de Sedesol y el Conavi.
Hay que hacerlo, añadió, porque en el 2050 el 90 por ciento de la población va a vivir en ciudades y no tener una política para construir urbes competitivas sería un “suicidio”.

Antes de su mensaje, una vecina de Tierra Nueva, Juliana Ramírez Trinidad, le dijo llorando que estaban hartos de que los líderes como los que lo estaban atendiendo en su visita les sacaran dinero sin obtener la regularización de sus predios.
“Tenemos 15 años aquí y somos más de 200 gentes que tenemos este problema”, le dijo.

“Esas cuestiones se arreglan internamente”, contestó escueto Quadri y continuó su camino.